Comenzar la temporada de esquí sin hacer un mínimo de actividad deportiva previa, es un gran error, mantenerse activo el resto del año no sólo es importante para poder afrontar los esfuerzos de este deporte, sino que además nos puede evitar muchas lesiones.
El esquí es un deporte de temporada, pero no podemos pensar que una vez que guardamos los esquís, nos olvidamos de la actividad física hasta la temporada siguiente. Es muy importante ser constante durante el resto del año y realizar algún deporte que nos mantenga activos y en forma.
Esquiar provoca movimientos en el cuerpo que normalmente no realizamos, el trabajo de las piernas y las caderas, combinados con el de los brazos para mantener el equilibrio, hace que sea un deporte muy completo para el hay que estar preparado físicamente.
Hay que tener en cuenta que una jornada de esquí, suele durar entre 2 y 6 horas, depende del esquiador, lo que nos obliga a tener una condición física compatible. Deportes que nos ayuden a fortalecer el tren inferior, como: running, senderismo, trekking o ciclismo, nos pueden mantener en forma al finalizar la temporada y fortalecernos para evitar lesiones.
Una jornada de esquí debe de ir acompañada de un pequeño calentamiento previo y un estiramiento posterior, para evitar las molestas agujetas además de las lesiones. No es fácil ponerse a correr o saltar antes de llegar a pistas, si esto no es posible, lo más recomendable es comenzar a esquiar poco a poco y exagerando los movimientos, en el caso de los estiramientos, no hay excusa para realizarlos ya que es un procedimiento sencillo y fácil de realizar.
Sino tienes tiempo y es más fácil verte en el gimnasio que haciendo deportes al aire libre, los siguientes ejercicios para entrenar los músculos que más sufren en el esquí, te servirán para tener unas piernas fuertes para la temporada.
Haz sentadillas, con mancuernas y de las que te obligan a mantener la espalada recta contra la pared, haz varias repeticiones y aumentando el número progresivamente, con este ejercicio mantendrás tus cuádriceps entrenados.
Las elevaciones de piernas en el suelo, tanto laterales como traseros, fortalecen los glúteos. Estos músculos trabajan sobretodo a la hora de mantener los esquís paralelos en las bajadas.
Tonificar los gemelos es muy fácil con un trabajo progresivo y constante de estiramiento, colocando la punta del pie en una superficie elevada e inclinando el cuerpo hacia delante para estirar la parte posterior.
Desde Era Escòla esperamos que estos consejos os sean útiles y os ayuden a disfrutar vuestra temporada o vuestras clases de esquí y por supuesto de la nieve, sin molestias y en plena forma.